sábado, 16 de noviembre de 2013

PRIMEROS AUXILIOS PSICOLOGICOS


¿Qué son los primeros auxilios psicológicos?

Es la primera ayuda psicológica que se brinda a las personas que se encuentran afectadas ante una emergencia, crisis o desastre. Esta puede ser por un miembro de un equipo de respuesta o por una persona de la comunidad para aliviar las tensiones creadas por un suceso que amenaza la vida, la seguridad del individuo o su entorno; no obedece a los daños físicos sino a las emociones de ese momento, tales como: miedo, tristeza, angustia, llanto y dolor. Se brinda en la misma escena de los acontecimientos.
 
La realidad de las circunstancias exige un enfoque breve, flexible, creativo y adaptable. Los componentes de los Primeros Auxilios Psicológicos:

- Realizar contacto
- Analizar el problema
- Analizar las posibles soluciones
- Ejecutar la acción concreta
- Dar seguimiento
- Estimulación
- Dar información

Su objetivo primordial es:

Ayudar en forma inmediata a las personas afectadas a mitigar el impacto emocional de un evento adverso.

Sus objetivos específicos son:

1. Contribuir a satisfacer las necesidades básicas y de supervivencia.
2. Reducir la tensión y la aflicción.
3. Ayudar a los sobrevivientes a tomar los pasos prácticos para resolver los problemas urgentes causados por el desastre.
4. Favorecer el desarrollo de actividades solidarias y de ayuda mutua.
5. Preservar una zona de seguridad interpersonal para las víctimas.
6. Facilitar el descanso de los supervivientes.
7. Proveer contacto social con familiares y amigos.
8. Asistir a las víctimas para localizar y verificar el estado de sus seres queridos.

¿Qué que se necesita saber?


En situaciones de emergencias todas las personas tienen mecanismos psicológicos que dan prueba de resistencia y tienen capacidad de hacerle frente relativamente bien a la adversidad.

La persona que realiza la primera ayuda psicológica requiere desarrollar actitudes que permitan establecer lazos psicológicos con las personas en crisis, ganar su confianza y demostrar disposición para ayudarlas.


    Tome en cuenta combinar los equipos de asistencia a los sobrevivientes tanto profesionales como paraprofesionales. Los trabajadores profesionales y paraprofesionales pueden coordinar sus esfuerzos con éxito a fin de brindar una respuesta de recuperación de catástrofes basada en las teorías sobre la crisis y las técnicas de intervención.

¿Qué hay que hacer?

  • Lo primero es mantener una actitud de escucha abierta a lo que las personas manifiesten.
  • Valore cuidadosamente las reacciones de las personas afectadas por el desastre e identifique con criterios claros a las que requieren una atención psicológica más urgente para ofrecerles un apoyo personalizado.
  • La persona que está en estado de choque o conmoción debe ser alejada del ambiente traumático.

  • Hay que hacerle sentir que está acompañada, sostenerle la mano, abrazarla, acariciarla, hablarle con tono afectuoso y sereno, llamándola por su nombre.
  • Si la persona afectada está confusa o no tiene una idea clara de lo que le está sucediendo, el personal de primera respuesta debe mantenerse relajado y contestar las preguntas comunicando claramente que está actuando solidariamente para resolver sus problemas.
  • Si la persona expresa sus sentimientos de dolor o frustración con un comportamiento agresivo, por ejemplo, golpeando objetos, acompáñela calmadamente, sin tratar de detenerla inmediatamente, a menos que la seguridad de ella misma o de otros corra peligro.
  • Asegúrese de que la primera ayuda psicológica no interfiera, ni complique los primeros auxilios médicos.
  • Apoyar en la solución de sus necesidades básicas y de supervivencia (alimentación, agua potable, abrigo, alojamiento, atención médica, etc.).


Diez reglas de lo que no se debe hacer

1. No aconsejar.
2. No ponerse de ejemplo (el auxiliador).
3. No enfatizar excesivamente los aspectos positivos. Frases como “Podría haber sido peor” pueden ser contraproducentes.
4. No minimizar el hecho; la frase “No pasa nada” suele ser negativa.
5. No bromear, la ironía puede ser ofensiva o contraproducente.
6. No dramatizar; si la persona llora, el auxiliador no tiene por qué hacerlo.
7. No engañar a la víctima, ni fingir.
8. No favorecer la actitud de culparse.
9. No actuar defensivamente.
10. No favorecer dependencias directas del afectado con el auxiliador.

Intervención de primeros auxilios emocionales con grupos especiales

  • Con niños:


Los niños no reaccionan como lo hacen las personas adultas y sus respuestas emocionales van a estar en relación directa con las reacciones de los adultos que son significativos para ellos; son muy perceptivos a los cambios emocionales en ellos. Así mismo, no tienen el mismo nivel de abstracción como para poder comprender racionalmente los acontecimientos o verbalizar sus requerimientos emocionales, los cuales varían según la edad.



A continuación presentamos algunos criterios generales que pueden servir para ayudar a los niños en situaciones de crisis:

• El contacto físico es importante con los menores, por ejemplo, abrazarlos.
• Recomendar que los padres acompañen a los niños.
• Reafirmarles frecuentemente que están seguros y a salvo.
• Hablar con ellos sobre lo acontecido de forma simple.
• Facilitar que hablen sobre lo ocurrido, si desean hacerlo.
• No minimizar ni exagerar la situación.
• No hablar a los niños sobre los miedos de los adultos hacia el futuro.
• No hacer promesas que no se puedan cumplir.
• No decir que los muertos están felices en el cielo, ya que pueden desear morir para ir con esa persona.
• El tema de la muerte debe de ser tratado concretamente, decirles que ésta es permanente y que causa una gran tristeza. Si no es necesario, no debe hablarse de las muertes ocurridas.
• Dar a los niños tareas apropiadas para su edad.
• Mantener las rutinas familiares y sociales propias de su edad y contexto.

  • Con ancianos:

 Brindar la primera ayuda a los ancianos demanda un conocimiento de sus principales limitaciones y necesidades, así como una predisposición a actuar con respeto y comprensión.

A continuación, se exponen algunos aspectos importantes.

• Tener paciencia.
• No mostrar una excesiva confianza.
• No intentar suplir o ayudar en cosas que ellos pueden hacer.
• No aceptar ningún obsequio.
• Muchos se sienten solos y ansiosos de poder comunicarse; favorecer la escucha responsable.
• No dejarlos solos, procurar que se queden con personas de su confianza o familiares.

  • Situaciones especiales:

La intervención con grupos especiales requiere una buena comunicación y demostrarles que se está dispuesto a ayudarles.

Las personas con discapacidades requieren intervenciones que se adapten a cada tipo de limitación.

Deficiencias motrices. Preguntar en qué y cómo se le puede ayudar. Adaptarnos a su ritmo de movimiento y adoptar una postura que resulte cómoda para ambos. No le hable como a un niño. Facilitarle que pueda llevar consigo cualquier dispositivo que use para el desplazamiento. Siempre explique a dónde se le lleva y por qué.

Deficiencia sensorial. Situarse de forma que se le vea la cara al que brinda la ayuda. Hablar despacio vocalizando, usar lenguaje no verbal, repetir las veces que haga falta; si tiene hipoacusia, eleve el volumen de su voz, pero, si es sordo, por más que grite no va a oír.


Ceguera. No gritar al hablar: no es sordo. Preguntar en qué y cómo se le puede ayudar. Ofrecer el brazo y caminar a paso lento, anticiparle obstáculos; si se va a sentar, tomar su mano y ponerla encima del asiento; no usar conceptos espaciales que no comprenda (aquí, allí): use derecha, izquierda.

  • Conclusiones:


• El objetivo principal es lograr, en el menor tiempo posible, que la persona afectada retome el control de sus emociones y participe en su propia recuperación.

• La primera ayuda psicológica se basa principalmente en saber escuchar, establecer un contacto físico afectivo y respetuoso, y permitir el desahogo emocional de la persona afectada.

• Las víctimas necesitan información sobre lo ocurrido, sobre lo que está pasando, sobre lo que se les está haciendo y sobre el estado de sus familiares.

Actuar con calma y no mentir en la información son principios básicos.




Bibliografia:


sábado, 2 de noviembre de 2013

CUIDADO DE LA SALUD MENTAL EN LOS EQUIPOS DE PRIMERA RESPUESTA


No existe ningún tipo de entrenamiento que pueda eliminar completamente la posibilidad de que una persona que trabaja con víctimas y cantidades importantes de lesionados y cadáveres en el marco de una situación de desastre, sea afectada en el orden psíquico. Los trabajadores de emergencias enfrentan situaciones específicas, como pueden ser la falla en la misión, la vivencia de excesivo sufrimiento humano, las muertes traumáticas, los cuerpos mutilados o quemados, las situaciones amenazantes para su propia integridad física, la pérdida de compañeros de equipo o presenciar accidentes masivos.

¿Que son los equipos de primera respuesta?


Entendemos como equipos de primera respuesta al conjunto de personas que integran una determinada organización y prestan sus servicios en los momentos iniciales en situaciones de emergencias o desastres en diferentes funciones de primera línea, como ayuda humanitaria y servicios de salud, y otras labores operativas de campo, como el combate de incendios, el rescate de personas, la atención de heridos, etc. Todas las personas que realizan este tipo de trabajo, ya sea por largo tiempo o durante una sola experiencia, son vulnerables al estrés.

El estrés agudo es uno de los riesgos ocupacionales más graves en el servicio de emergencias, porque afecta la salud y el desempeño en el trabajo, así como la vida familiar y espiritual.

El evento traumático puede producir una serie de reacciones emocionales, conductuales y fisiológicas, y tiene el potencial de interferir en las habilidades para actuar en el lugar de las operaciones en forma inmediata o, posteriormente, en el retorno a la rutina laboral y familiar. Los problemas emocionales también pueden promover el mayor consumo de alcohol o drogas.

Es responsabilidad de los líderes proteger no solamente la salud física sino también la salud mental de los integrantes de los equipos de respuesta como única garantía para cumplir con éxito las tareas y proteger al personal contra los efectos destructivos del estrés.

El trabajo en desastres y emergencias incluye el enfrentamiento a situaciones estresantes, como las siguientes:

• Largas horas de esfuerzo continuo.
• Lucha contra el tiempo por salvar vidas.
• Trabajo en ambientes adversos (estructuras colapsadas, derrames químicos, etc.).
• Trabajo en condiciones climáticas adversas (lluvias persistentes, réplicas de sismos y otras).
• Labores pesadas (como remoción de escombros).
• Presión por tener que trabajar ante la presencia de periodistas.
• Equipo inadecuado o insuficiente.
• Alteración en el ritmo diario de vida (como dormir y comer).
• Labor de triage (procedimiento utilizado para clasificar a los heridos, lesionados y afectados, en el lugar del incidente, según su gravedad y prioridad para la atención y evacuación).
• Servicios públicos esenciales destruidos.
• Presión por parte del público por encontrar a sus familiares desaparecidos.

• Información confusa o contradictoria, rumor o desinformación.


¿Qué debemos de saber?

Hay factores de riesgo que influyen en la eficiencia del trabajador o equipo de respuesta y que favorecen la aparición de problemas psicosociales. Entre ellos tenemos:
  
Factores Individuales

- Enfermedades crónicas
-  Problemas o situaciones previas que provocaron estrés.
-  La edad: los más jóvenes están más propensos a sufrir problemas emocionales que los mayores.
-  Pérdidas personales o lesiones.
-  El personal de respuesta puede resultar lesionado.
-  Las primeras personas que llegan a la emergencia, o los que tienen mayor contacto con las víctimas.
  
Factores Interpersonales
-  Las responsabilidades laborales pueden generar situaciones de conflicto con la familia.
-  El tiempo prolongado de separación puede generar sentimientos de nostalgia y de abandono.
-  Muchas peculiaridades propias de cada personalidad (humor negro, conducta desconfiada, tardanza, mal humor, etc.) Cuando el grupo está bajo presión prolongada, pueden causar conflictos.

Factores Comunitarios
-  Los medios de comunicación social y los curiosos en la escena de la emergencia pueden contribuir a aumentar la presión emocional sobre los equipos de respuesta.

-  La presencia de grupos armados o de violencia política hace que el desempeñar labores humanitarias incremente el riesgo y la tensión, en especial, si hay antecedentes de violaciones de los derechos humanos, secuestros y muertes que involucran también a los integrantes de los Equipos de Respuesta

Factores Propios del Desastre

-  El desastre tecnológico produce más estrés para las víctimas y los equipos de respuesta.
-  Los desastres que suceden de noche es probable que produzcan más víctimas y problemas emocionales que los que ocurren durante el día, ya que las personas están dormidas.
-  La duración del desastre.
-  El grado de incertidumbre y la presencia de réplicas, la inestabilidad de estructuras colapsadas, los rumores de grupos armados en la zona o la amenaza de ataques.
-  El cambio repentino del aspecto físico de la comunidad (si ha sido devastador, dificulta la comprensión de lo ocurrido y fuerte impacto psicológico).

Estímulos traumáticos.

- Entrar en contacto directo con sobrevivientes durante un tiempo prolongado, mientras lo rescatan en ocasiones algunas mueren.

- Encontrar cadáveres de niños con graves heridas, el personal tiende a identificarse con ellos, en especial si tienen hijos en edades similares.

- La presencia de grandes números de cadáveres, en especial si están mutilados o si les es conocido.

Problemas en la organización:

Ausencia de un lugar donde descansar
- Falla en la misión (confusión en las ordenes)
- Presión ocupacional
- Demandas del trabajo que requiere de un gran esfuerzo físico y mental por tiempo prolongado
- Inferencia en sus funciones
- Bajas recompensas
- Conflicto en las funciones
- Ambigüedad en la función
- Incomodidad en la función

Señales de afectación psicológica en el personal de los equipos de respuesta 


Que requieren una acción correctiva inmediata
Que no requieren una acción correctiva inmediata
Aspecto físico
• dolor en el pecho
• dificultad respiratoria
• presión arterial alta
• arritmia cardiaca
Aspecto físico
• náuseas
• malestar estomacal
• temblor
• sudoración profusa
Aspecto cognitivo
• dificultad para tomar decisiones
• estado híper alerta
• confusión mental generalizada
• desorientación en persona, tiempo o lugar
Aspecto cognitivo
• turbación
• dificultad para el cálculo
• concentración deficiente
• tendencia a culpar a terceras personas
Aspecto emocional
• reacciones fóbicas
• pérdida del control emocional
• reacciones de pánico
• emociones impropias
Aspecto emocional
• pesar
• tristeza
• extrañamiento
Aspecto conductual
• violencia
• actos antisociales
• labilidad emocional, como llorar por cualquier cosa
• explosiones de enojo
Aspecto conductual
• cambio en la forma habitual de actuar
• alejamiento
• suspicacia
• cambios en su comunicación interpersonal
Estrategia de intervención
Cualquiera de estos síntomas demandan, por lo general, el relevo del trabajador o su evacuación a un centro asistencial.
Estrategia de intervención
Se recomienda un repliegue a una zona de descanso acompañado de un proceso de apoyo psicológico o la inserción a un programa de actividades preventivas de manejo del estrés posterior al incidente traumático.

¿Qué hay que hacer?

Realizar actividades preventivas como:

• Definir perfiles para cada tipo de especialidad o labor y pautar, como rutina anual, un proceso de evaluación en salud mental.

• Incluir en las acciones de protección de la salud mental una amplia gama de trabajadores; un ejemplo puede ser el personal que se desempeña en las centrales telefónicas de emergencias.

• Los programas de capacitación y entrenamiento deben evaluar la capacidad de los participantes para trabajar bajo presión, realizar labores en equipo, tolerar la frustración, manejar el miedo e incluir temas relacionados con el auto cuidado de la salud mental, en los contenidos temáticos.


Actividades para el cuidado del personal después que retorne la normalidad y se reintegre a la vida cotidiana:


Red social y familiar
Buscar compañía y hablar con otras personas
Participar en actividades familiares y sociales
Observar y analizar sus propios sentimientos y pensamientos
Reflexionar sobre la experiencia que ha vivido y lo que significa como parte de su vida
Escribir relatos de los acontecimientos, ayudar a revalorar lo sucedido y darlo sentido a las labores que realiza.

Vida saludable
Regresar a su rutina lo antes posible(después de haber pasado por un proceso de apoyo psicologico).
Realizar ejercicios físicos de relajación
Buscar contacto con la naturaleza
Descansar y dormir lo suficiente
Alimentarse de forma balanceada y regular
No tratar de disminuir el sufrimiento con el uso de alcohol o drogas.



Conclusiones

Por las condiciones propias del trabajo que se realiza en situaciones de desastres y emergencia, todos los trabajadores de los equipos de respuesta se afectan psicológicamente en mayor o menor medida.

Los integrantes de los equipos de respuesta deben ayudarse entre sí a reconocer sentimientos de tristeza, duelo, agotamiento, etc.

Los trabajadores deben ser rotados en sus tareas para evitar la exposición prolongada al estrés.

El regreso al trabajo y a la vida familiar puede resultar difícil después de un desastre.

Los equipos y profesionales de salud mental deben priorizar entre sus tareas la asistencia a los miembros de los equipos de respuesta.

 • El ejercicio físico, practicado de manera regular, es una eficaz medida preventiva contra el estrés y aporta efectos beneficiosos. 



Bibliografia:


REACCIONES PSICOLOGICAS EN ADULTOS Y ANCIANOS EN EMERGENCIAS Y DESASTRES


El impacto psicosocial de cualquier evento o desastre depende de los siguientes factores:

1. La naturaleza del evento: Los eventos inesperados (terremoto), los ocasionados por el hombre (conflictos armados), los que implican una situación de estrés prolongada (desplazamiento forzado) y los de afectación colectiva general producen mayor impacto en la población.

2. Las características de la personalidad y la vulnerabilidad individual de los sobrevivientes: Se valora en primer lugar la personalidad de los individuos y su capacidad de hacerle frente a los eventos catastróficos e inesperados. Hay grupos de población más vulnerables (infancia, mujeres, adultos mayores y grupos de riesgo).



Niñez
Mujeres
Ancianos
Otros grupos de riesgo
Aún no han construido las defensas suficientes para enfrentar las adversidades y dependen de la ayuda y el apoyo externo. Los más pequeños no tienen la capacidad de comprender plenamente lo que ocurre.
Suelen estar sometidas a condiciones sociales más adversas (en relación con los hombres) y a mayores riesgos para su salud. En situaciones de crisis asumen mayor responsabilidad en el cuidado y mantenimiento de la estabilidad familiar.
Frecuentemente viven en situaciones de privación y desesperanza. Padecen afecciones físicas o emocionales que ocasionan dependencia y sentimientos de minusvalía disminuyendo su capacidad de adaptación y defensa.
Personas con enfermedad mental o física previa que ocasiona mayor vulnerabilidad del individuo.



¿Problemas psicosociales?

Tenga presente que las situaciones de emergencias y desastres producen diversos problemas a nivel:
-         
            - Individual
-           - Familiar
-           - Comunal
-           - Social

En cada uno de éstos niveles, las emergencias y los desastres deterioran los apoyos de protección de la persona y acrecientan los riesgos de que aparezcan numerosos tipos de problemas.

Adulto mayor en situación de emergencia


Un desastre es un evento (generalmente destructivo) que interrumpe las capas o el tejido social y las rutinas de un grupo y supera la capacidad inherente de la comunidad afectada para responder al evento.

Los más vulnerables en situaciones de desastres

En las personas mayores el grado y severidad en que se vean afectadas en emergencias y situaciones de desastres depende de varios factores como: discapacidad física, deterioro de la capacidad mental, disminución de la fuerza física y presencia de enfermedad crónica como diabetes, hipertensión y enfermedad cardíaca, entre otras.
Muchos ancianos viven solos y si tienen discapacidad auditiva y visual, su capacidad de respuesta en una situación de desastre se ve limitada

Personas mayores que usan silla de ruedas, muletas o estén encamados presentan limitación para la movilidad o desplazamiento y pueden depender de otras personas en caso de evacuaciones o desalojo de la vivienda o residencia.

Por otro lado en situaciones de desastres las personas mayores pueden presentar exacerbaciones de su enfermedad de base o comorbilidad como la diabetes y la hipertensión arterial, entre otros.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS), en una contribución al “Día Mundial de la Salud 2012- Envejecimiento y Salud”, publicó las “Directrices para la integración de las necesidades de las Personas mayores en Situaciones de Desastre en el Caribe”. La OPS, entre otras cosas, recomienda a los niveles locales, regionales y nacionales contemplar las necesidades de las personas mayores en situaciones de desastres como: cuidados de salud, soporte psicológico, plan de evacuación, suministro de medicamentos para enfermedades crónicas y/u organización de vivienda temporal.
 

Además, recomienda a los diferentes niveles tener un mapa con los distintos tipos de riesgo, población de las personas mayores expuestas, distribución por género, tipo de enfermedades y prevalencia de las enfermedades crónicas presentes en dicha población. Igualmente contar con el recurso económico y de personal necesarios para la atención de los mayores en situaciones de emergencia o desastres.

La OPS sugiere también que en situaciones de desastres muchas personas mayores por su experiencia y conocimiento en diferentes áreas pueden inclusive ser un factor clave en la resiliencia (respuesta positiva ante un evento traumático) y recuperación post desastre.

Intervención psicológica individual en adultos mayores


Los adultos mayores pueden ser especialmente vulnerables durante e inmediatamente después de un  evento crítico. Es más probable que tengan impedimentos físicos , vivan solos y carezcan de ayuda y de otros recursos. Pueden tener que afrontar el shock de perder todo lo que habían conseguido en la vida: casa, familia, empleo y seguridad.

Que los adultos mayores tienen dificultad en:


- Evacuar.

- Responder a anuncios públicos.
- Reconocer peligros.
- Buscar cuidado médico.
- Usar recursos.
- Estar parados en línea-agua/alimento.


Cuentan con recursos para atender a los desastres:
Destrezas.
Experiencia.
Tiempo.
Perspectiva histórica.

Reacciones típicas en los adultos mayores:
- Aumento de los recuerdos relacionados con el pasado y los amigos, y deseo de volver a conectarse con ellos.
- Mayor dependencia de la familia y rechazo de la asistencia proveniente de las autoridades.
- Miedo a morir.
- Visión deprimente del futuro (la vida nunca será tan buena como el pasado.
- Regresión (en general un retorno temporal a un estado previo, habitualmente peor).
- Sentimiento de múltiples pérdidas (personales, materiales, de la dignidad, de la esperanza en el futuro).
- Desorientación, debido a la interrupción de la rutina.
- Utilización de la negación como reacción defensiva normal.
- Reacción inmediata de miedo, seguida de ira y frustración cuando no son capaces de controlar la situación.
-  Dificultades de concentración y comunicación
- Reacciones fisiológicas (especialmente trastornos del sueño y del apetito).



Las personas mayores se enfrentan a situaciones particularmente peligrosas por el aumento considerable de conflictos y desastres naturales, sin embargo, no siempre son identificados como grupos vulnerables. Los derechos de las personas mayores, sus necesidades y sus capacidades deben ser reconocidos por todos los programas de emergencia. 

¿Qué hay que hacer?

Algunas actividades que ayudarán a reforzar los mecanismos de que disponen los ancianos para enfrentar una situación:

- Procurar entorno seguro.
- Asegurarse de que no estén aislados e identificar los vínculos y relaciones estables.
- Tranquilizar en cuanto a que las reacciones son normales.
- Hablar del evento de forma objetiva.
- Brindar apoyo y promover la confianza facilitándole acceso a los servicios asistenciales.
- Ayudarlos a mantener el sentido de identidad y a contribuir a preservar la cohesión de la comunidad.
- Brindar oportunidades de que generen una sensación de continuidad cultural e historia (tomando en cuenta las diferencias culturales).
- Establecer rutinas.
- Generar oportunidades de que se sientan útiles y valorados.



Bibliografia: