sábado, 2 de noviembre de 2013

REACCIONES PSICOLOGICAS EN ADULTOS Y ANCIANOS EN EMERGENCIAS Y DESASTRES


El impacto psicosocial de cualquier evento o desastre depende de los siguientes factores:

1. La naturaleza del evento: Los eventos inesperados (terremoto), los ocasionados por el hombre (conflictos armados), los que implican una situación de estrés prolongada (desplazamiento forzado) y los de afectación colectiva general producen mayor impacto en la población.

2. Las características de la personalidad y la vulnerabilidad individual de los sobrevivientes: Se valora en primer lugar la personalidad de los individuos y su capacidad de hacerle frente a los eventos catastróficos e inesperados. Hay grupos de población más vulnerables (infancia, mujeres, adultos mayores y grupos de riesgo).



Niñez
Mujeres
Ancianos
Otros grupos de riesgo
Aún no han construido las defensas suficientes para enfrentar las adversidades y dependen de la ayuda y el apoyo externo. Los más pequeños no tienen la capacidad de comprender plenamente lo que ocurre.
Suelen estar sometidas a condiciones sociales más adversas (en relación con los hombres) y a mayores riesgos para su salud. En situaciones de crisis asumen mayor responsabilidad en el cuidado y mantenimiento de la estabilidad familiar.
Frecuentemente viven en situaciones de privación y desesperanza. Padecen afecciones físicas o emocionales que ocasionan dependencia y sentimientos de minusvalía disminuyendo su capacidad de adaptación y defensa.
Personas con enfermedad mental o física previa que ocasiona mayor vulnerabilidad del individuo.



¿Problemas psicosociales?

Tenga presente que las situaciones de emergencias y desastres producen diversos problemas a nivel:
-         
            - Individual
-           - Familiar
-           - Comunal
-           - Social

En cada uno de éstos niveles, las emergencias y los desastres deterioran los apoyos de protección de la persona y acrecientan los riesgos de que aparezcan numerosos tipos de problemas.

Adulto mayor en situación de emergencia


Un desastre es un evento (generalmente destructivo) que interrumpe las capas o el tejido social y las rutinas de un grupo y supera la capacidad inherente de la comunidad afectada para responder al evento.

Los más vulnerables en situaciones de desastres

En las personas mayores el grado y severidad en que se vean afectadas en emergencias y situaciones de desastres depende de varios factores como: discapacidad física, deterioro de la capacidad mental, disminución de la fuerza física y presencia de enfermedad crónica como diabetes, hipertensión y enfermedad cardíaca, entre otras.
Muchos ancianos viven solos y si tienen discapacidad auditiva y visual, su capacidad de respuesta en una situación de desastre se ve limitada

Personas mayores que usan silla de ruedas, muletas o estén encamados presentan limitación para la movilidad o desplazamiento y pueden depender de otras personas en caso de evacuaciones o desalojo de la vivienda o residencia.

Por otro lado en situaciones de desastres las personas mayores pueden presentar exacerbaciones de su enfermedad de base o comorbilidad como la diabetes y la hipertensión arterial, entre otros.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS), en una contribución al “Día Mundial de la Salud 2012- Envejecimiento y Salud”, publicó las “Directrices para la integración de las necesidades de las Personas mayores en Situaciones de Desastre en el Caribe”. La OPS, entre otras cosas, recomienda a los niveles locales, regionales y nacionales contemplar las necesidades de las personas mayores en situaciones de desastres como: cuidados de salud, soporte psicológico, plan de evacuación, suministro de medicamentos para enfermedades crónicas y/u organización de vivienda temporal.
 

Además, recomienda a los diferentes niveles tener un mapa con los distintos tipos de riesgo, población de las personas mayores expuestas, distribución por género, tipo de enfermedades y prevalencia de las enfermedades crónicas presentes en dicha población. Igualmente contar con el recurso económico y de personal necesarios para la atención de los mayores en situaciones de emergencia o desastres.

La OPS sugiere también que en situaciones de desastres muchas personas mayores por su experiencia y conocimiento en diferentes áreas pueden inclusive ser un factor clave en la resiliencia (respuesta positiva ante un evento traumático) y recuperación post desastre.

Intervención psicológica individual en adultos mayores


Los adultos mayores pueden ser especialmente vulnerables durante e inmediatamente después de un  evento crítico. Es más probable que tengan impedimentos físicos , vivan solos y carezcan de ayuda y de otros recursos. Pueden tener que afrontar el shock de perder todo lo que habían conseguido en la vida: casa, familia, empleo y seguridad.

Que los adultos mayores tienen dificultad en:


- Evacuar.

- Responder a anuncios públicos.
- Reconocer peligros.
- Buscar cuidado médico.
- Usar recursos.
- Estar parados en línea-agua/alimento.


Cuentan con recursos para atender a los desastres:
Destrezas.
Experiencia.
Tiempo.
Perspectiva histórica.

Reacciones típicas en los adultos mayores:
- Aumento de los recuerdos relacionados con el pasado y los amigos, y deseo de volver a conectarse con ellos.
- Mayor dependencia de la familia y rechazo de la asistencia proveniente de las autoridades.
- Miedo a morir.
- Visión deprimente del futuro (la vida nunca será tan buena como el pasado.
- Regresión (en general un retorno temporal a un estado previo, habitualmente peor).
- Sentimiento de múltiples pérdidas (personales, materiales, de la dignidad, de la esperanza en el futuro).
- Desorientación, debido a la interrupción de la rutina.
- Utilización de la negación como reacción defensiva normal.
- Reacción inmediata de miedo, seguida de ira y frustración cuando no son capaces de controlar la situación.
-  Dificultades de concentración y comunicación
- Reacciones fisiológicas (especialmente trastornos del sueño y del apetito).



Las personas mayores se enfrentan a situaciones particularmente peligrosas por el aumento considerable de conflictos y desastres naturales, sin embargo, no siempre son identificados como grupos vulnerables. Los derechos de las personas mayores, sus necesidades y sus capacidades deben ser reconocidos por todos los programas de emergencia. 

¿Qué hay que hacer?

Algunas actividades que ayudarán a reforzar los mecanismos de que disponen los ancianos para enfrentar una situación:

- Procurar entorno seguro.
- Asegurarse de que no estén aislados e identificar los vínculos y relaciones estables.
- Tranquilizar en cuanto a que las reacciones son normales.
- Hablar del evento de forma objetiva.
- Brindar apoyo y promover la confianza facilitándole acceso a los servicios asistenciales.
- Ayudarlos a mantener el sentido de identidad y a contribuir a preservar la cohesión de la comunidad.
- Brindar oportunidades de que generen una sensación de continuidad cultural e historia (tomando en cuenta las diferencias culturales).
- Establecer rutinas.
- Generar oportunidades de que se sientan útiles y valorados.



Bibliografia: 


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